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Por éste medio presento mi renuncia a ser adulto. Quiero ir a viajar con mi familia, todos juntos en un pequeño auto. Quiero navegar barquitos de papel en un estanque y hacer anillos tirando piedras al agua para poder valorar lo sencillo otra vez. Quiero ir al campo a juntar hongos y buscar tortugas pequeñas por el arroyo. Quiero volver a jugar otra vez con mis primos y mis vecinos. Quiero pensar que los dulces y los amigos son mejores que el dinero. Quiero salir de mi casa cómodamente sin pensar como luzco. Quiero regresar a mi casa y comer y que alguien me pregunte ¿cómo te fue? y me diga que me quiere mucho. Quiero tomar largos baños y dormir 10 horas todas las noches. Quiero recostarme a la sombra de un viejo roble y ver pasar las nubes sin preocuparme por el tiempo. Quiero abrazar a mis padres y enjugar mis lágrimas en sus hombros y pensar que estarán conmigo para siempre. Quiero
regresar a los tiempos donde la vida era simple; cuando todo lo que
sabía eran los colores, las tablas de multiplicar y los cuentos de
hadas. Y eso no me molestaba porque ignoraba que no sabía y no me
preocupaba por saber, con todo lo que sabía era felíz; porque no
sabía las cosas que preocupan y lastiman al corazón. Quiero pensar que todo es posible. En algún lugar de mi juventud maduré y aprendí demasiado: aprendí que la gente no ama a Dios, cómo no saben amar, como destruyen a los demás con la boca, con la envidia, los rodeos y los hace desear el mal. Aprendí sobre las mentiras y los matrimonios infelices; experimenté el sufrimiento, la enfermedad, el dolor y la muerte. Aprendí como el dinero puede destruir a una familia, y cómo algunos usan el sexo para conseguir las cosas que quieren. ¿Qué pasó con el tiempo en qué pensaba que todo el mundo viviría para siempre, porqué no entendía el concepto de muerte, excepto cuando perdí a mi mascota? ¿cuando pensaba que lo peor que podría pasar era que alguien me quitara mi pelota ó me escogiera al último para ser su compañero de equipo?. Quiero alejarme de las complejidades de la vida y emocionarme con las pequeñas cosas, una vez más. Recuerdo cuando era inocente y pensaba que todo el mundo era feliz porque yo lo era. Caminaría de nuevo en la playa pensando sólo en la arena entre los dedos de mis pies y la concha más bonita que pudiera encontrar. No me preocupaba por el tiempo ni las deudas, sólo pensaba en lo que iba a ser cuando fuera grande, sin preocupación de lograrlo o no. Quiero vivir simple nuevamente. No
quiero que mis días transcurran entre computadoras y montañas de
papeles sobre mi escritorio, escuchando noticias deprimentes y
rodeado de materialismo y envidia. Extraño a mis amigos...hoy son otras personas. Tal parece que no compartimos nuestra infancia. Y aunque busque otros, para ellos soy el amigo nuevo, el extraño con el cuál no crecieron juntos. Quiero creer en el poder de la sonrisa, del abrazo, del apretón de manos, de la palabra dulce, de la verdad, de la justicia, de la paz, de los sueños, de la imaginación. Hoy parece tengo más, en realidad... |
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